¿Hay que ahorrar mucho para poder comprar un terreno?
- Grupo Inmobiliario del Sur
- 28 ene 2023
- 4 Min. de lectura
Comprar un terreno es una inversión a largo plazo, por lo que se debe estar preparado para afrontar los pagos, aunque sea con una hipoteca. Los expertos financieros apuntan a que se necesita un 30% de los ahorros mensuales para afrontar los gastos iniciales.
El tiempo que tardarás en alcanzar ese dinero dependerá del precio del suelo, papeles de gestión y notaría, salario, y otros asuntos que puedan surgir durante el proceso.
¿Cuánto dinero tengo que tener guardado?
Poder tener una propiedad no es tan sencillo como parece. No solo se basa en presentarse en el banco y pedir un crédito hipotecario, ya que es necesario aportar un porcentaje del capital a priori.
Los bancos suelen conceder el 80% del valor del inmueble, por lo que el resto, el 20%, tienen que ser los propietarios quienes asuman el valor.
Cabe destacar que, además, el comprador tendrá que pagar una serie de impuestos (IVA, Impuesto de Transmisiones, Notaría, Registro de la Propiedad, Tasación, Estudio geotécnico, etc.)
¿Cuál es el mejor momento para adquirir un terreno?
Tras el confinamiento, son muchas las familias que han optado por alejarse de la ciudad y construirse su propia vivienda desde cero en una parcela. Esto permite confeccionarla al gusto de cada uno y vivir al aire libre.
Algunos pasos que te ayudarán a determinar cuándo es el momento oportuno son:
Identificar el tipo de inversión que se va a hacer, pues no es lo mismo un terreno que un local comercial.
Establecer la cantidad que se va a invertir.
Investigar cómo se desarrolla el mercado financiero en ese momento (coste de capitales, intereses...).
Recabar toda la información que se pueda sobre el solar. Se podrá pedir una Nota Simple en el Registro de la Propiedad, y comprobar si tiene deudas, embargos, garantía hipotecaria, si los datos en el catastro son correctos, titular de la propiedad.
Revisar la normativa de construcción: ocupación y edificabilidad.
Si se va a construir una residencia, habrá que informarse de la ocupación permitida del suelo, puesto que la edificación se refiere al total de metros cuadrados permitidos para su construcción.
Características a tener en cuenta
El primer paso es constatar que es edificable (si se quiere construir una casa). Aunque, cada superficie tiene sus peculiaridades, hay algunas partes a destacar:
Orientación: Aunque no se le dé importancia, tiene mucho en juego. Si está orientada hacia el sur, entrará más luz, lo que significa un importante ahorro energético. En cambio, las que están hacia el este, tendrán más luz por las tardes; y las del este, lo tendrán por la mañana. Lo mismo sucede con los elementos que haya alrededor, como árboles, distancias con vecinos, muros, etc.
Tipo de suelo: Será preciso un estudio geotécnico para analizar la superficie. Los suelos duros no necesitan tanta cimentación como los blandos, que suelen dar más problemas.
Pendiente: Si es plano, será más sencillo construir, principalmente porque no necesitan escaleras como sí ocurre cuando hay pendiente. Esto será un técnico quien lo determine.
¿Qué terreno es mejor en cuanto a ubicación y usos?
Esto varía en función del uso que se le vaya a dar, pues no es lo mismo un suelo agrícola destinado a la plantación de vid, cereales o cualquier otro cultivo que uno urbanizable.
Igual de importante es la ubicación; no tendrá el mismo coste si se sitúa en una zona privilegiada que en una más factible para el bolsillo.
Tener una tierra agrícola tiene muchas ventajas, y es que, aunque primeramente suponga una inversión, las ganancias posteriores serán mucho mayor. La mejor forma para acertar de pleno es, conocerlo en persona, y comprobar la orientación, tamaño, metros, etc.
Consejos para ahorrar
Como hemos mencionado, será necesario disponer de patrimonio para los gastos de compraventa y para la hipoteca. Para asegurarnos de que se tiene ese importe, se puede hacer un plan de ahorros y evitar imprevistos de última hora.
Algunos aspectos que habrá que tener en cuenta son:
Sueldo recibido al mes.
Gastos habituales (móvil, seguro coche…).
Gastos irregulares (cine, restaurantes…).
Dinero que sobra a fin de mes.
Para cerciorarnos que lo hacemos correctamente, se debe apuntar todos los meses dichos gastos en su casilla correspondiente.
Esta es una sencilla manera de ver lo que tenemos y lo que gastamos al mes; y puede abrirnos los ojos de que algunos gastos son innecesarios y pueden ayudar a ahorrar.
Intenta usar dinero en metálico en lugar de tarjetas de crédito, así solo podrás gastar el que se tenga en el momento.
Accede a la banca digital y controla los movimientos de tu cuenta.
Cuidado que no te cobren más comisiones o que tengas recibos que desconozcas.
Fija una cantidad para no sobrepasarla.
Ser consciente antes de realizar una compra si se necesita o si es por capricho.
A la hora de ir al supermercado, lleva una lista donde se anoten los productos necesarios. Esto nos servirá para que nos llevemos a casa solo lo indispensable.
Recibos periódicos que se tendrán posteriormente
Tener un inmueble es sinónimo de recibos mensuales, como, por ejemplo:
Cuota de la hipoteca.
Luz, agua, internet. lo que puede sumar en total, aproximadamente, unos 200-300 euros.
IBI (Impuesto de Bienes de Inmuebles) que se paga cada año.
Impuestos por recogida de basura (puede ser de entre 10-100 euros al año).
Seguro de hogar.
El último consejo es firmar un contrato de compraventa, ya que es el documento que acredita que es de nuestra propiedad, así como el pago del mismo y sus características. Asimismo, habrá que registrarlo en el Registro de la Propiedad.
Para muchas personas, esto supone una gran inversión de por vida, razón por la cual se deben de comprobar todos estos pasos y verificar que se cumplen con seguridad y garantía. A partir de ahí, solo tendrás que poner en marcha tu proyecto.

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